Esperanza, qué gran palabra. Al principio de la pandemia, no podíamos imaginar cuánta esperanza podíamos dar a través de una comunidad fuerte en la que tanta gente se mantiene unida, trabaja unida, ayuda unida y cree en un futuro mejor.
Ahora se acerca el final de un segundo año COVID y estamos aprendiendo aún más sobre la esperanza. La esperanza no es sólo «una orientación confiada hacia el interior unida a una expectativa positiva de que algo deseable ocurrirá, sin ninguna certeza real sobre ello.» (Wikipedia) Nuestra sólida familia HOPE nos demuestra cada día de nuevo que la esperanza puede forjarse, con cada pequeño o gran acto de ayuda.
«¡Lo que hemos creado todos juntos con HOPE Mallorca es sencillamente increíble!».
Les damos las gracias de todo corazón por su ayuda y su incansable compromiso. En primer lugar, este agradecimiento va dirigido a todos nuestros voluntarios, que hacen un trabajo increíble. Es sencillamente maravilloso saber que tenemos tantas manos que nos ayudan, que nos apoyan y acompañan en cada fase de nuestro trabajo. Estamos orgullosos de lo que hemos podido conseguir hasta ahora junto a ustedes.
Muchas gracias también a nuestros socios, patrocinadores y donantes. Ustedes también son una parte muy importante de nuestro mundo HOPE, porque mantienen vivo nuestro compromiso social con cada céntimo, cada donación en especie o cada acción.
Todos somos la prueba de que la AYUDA, la ESPERANZA y el AMOR son valores que pueden existir si todos aportamos un granito de arena. ¿Hay una historia de Navidad más bonita que ésta?
Una breve mirada al pasado muestra nuestra historia de éxito común, que sólo podía nacer en esta dimensión con todos y cada uno de vosotros:
El 13 de mayo de 2021, empezamos nuestra primera estación de HOPE en Santanyí. En ese momento, HOPE Mallorca estaba formada por unos 10 voluntarios, entre ellos Heimke Mansfeld, Jasmin Nordiek y Sonja Willner. En nuestro primer pequeño garaje empezamos a servir comida a unas 900 personas. En aquella época, comprábamos comida por unos cientos de euros a la semana en el supermercado de la esquina para cada distribución.
Hoy, HOPE Mallorca ha pasado de ser una asociación sin ánimo de lucro a una fundación fuerte y sostenible que ayuda a muchos miles de personas a sobrevivir a la crisis de Corona. A través de la distribución de alimentos, luchamos contra el hambre en la isla. A través de los apadrinamientos de HOPE, salvamos a familias de quedarse sin hogar y del sobreendeudamiento. Mediante la distribución de equipos y suministros médicos, ayudamos a personas discapacitadas y enfermas en crisis. A través de nuestra Bolsa de Trabajo HOPE Mallorca, hemos colocado recientemente a trabajadores del mercado laboral mallorquín en empresas de Alemania, Austria y Suiza. En el futuro, apoyaremos a las empresas mallorquinas en la venta de sus productos 100% mallorquines a través de nuestra tienda online – todo por una buena causa, por supuesto.
Hasta ahora, hemos suministrado una media de 39 toneladas de alimentos al mes a más de 6.000 beneficiarios (incluidos 1.600 niños) a través de 7 estaciones HOPE en Santanyí, Portocolom, S’Illot, Pollença, Can Picafort, Alcudia y Cala Bona. El número de voluntarios ha pasado de 10 a 211.
Es maravilloso terminar 2021 con un milagro navideño como éste: la historia de una isla necesitada que se convirtió en una historia de esperanza.
Le deseamos horas alegres y contemplativas con sus seres queridos y un nuevo año lleno de amor, salud, pequeños milagros y otras tantas esperanzas. Es un placer que existáis.
HELP. HOPE. LOVE.
Vuestra Heimke, Jasmin & Sonja